Tailandia, exótica e inolvidable

Por ANA LUCÍA ORTEGA (texto) ©
Fotos cortesía de David Llamazares Gutiérrez

Phuket  © Pixabay

Tailandia es uno de los destinos exóticos por excelencia. Bangkok, la capital, es
una ciudad ruidosa abarrotada de rascacielos, polución y encanto asiático. Nada
más llegar al enorme y saturado aeropuerto capitalino, que constituye un puente
perfecto para muchos turistas que viajan a otros destinos del sudeste oriental, el
viajero recibe una imagen auténtica de lo que va a encontrar cuando se adentre
en la caótica metrópoli.

 

Es importante prepararse un buen circuito o contratar los servicios de un agente

de viajes especializado para aprovechar el tiempo, ya que en Bangkok el ritmo de

la vida es trepidante y lo mejor es estar situado en una zona donde exista la

posibilidad de tomar un taxi con facilidad o el Skytrain –especie de metro

elevado– y tener claro los sitios que se quiere conocer. Si decide hacer el viaje por

cuenta propia, lo mejor es consultar una guía Lonely Planet, que recoge profusa

información contrastada sobre Tailandia.

 

Si lo que se quiere es ver lo más representativo del país, basta con estar en la

capital entre tres y cuatro días. En Bangkok, se puede ser espectador del modo de

vida de su población, visitar el centro financiero, conocer los mercados más

importantes –en donde si el viajero no encuentra lo que busca, es probable que

no exista–, disfrutar de un masaje en cualquiera de los muchos centros que los

ofrecen y relajarse mientras visita los templos que imprimen a la ciudad de

misticismo.

 

Una visita obligada es el Gran Palacio, que entre los siglos XVIII y mediados del

XX fue sede real. Este país es oficialmente Reino de Tailandia y el palacio está

formado por un conjunto de edificios en el que destaca el templo Wat Phra Kaew,

donde se encuentra el Buda Esmeralda. Hecho en jade y vestido con un atuendo

de oro, este Buda tiene una larga historia con visos de leyenda desde que fue

creado en India en el año 43 a.C. hasta que terminó su periplo en el templo que

hoy lo acoge. Otra construcción meritoria es el edificio Chakri Mahaprasad Hall

de estilo renacentista italiano. Para visitar este entramado arquitectónico las

mujeres deben vestir pantalones o falda largos e ir con los hombros cubiertos, de

acuerdo con las normas allí establecidas.

 

Hay infinidad de templos en Bangkok. Muy cerca del río Chao Praya está el

budista Wat Arum, que significa Templo de la Aurora y cuya torre es muy famosa.

Otros muy visitados y cuya atracción fundamental son los Budas, son el Wat

Traimit, que destaca por su antigüedad y por cobijar a un Buda hecho totalmente

en oro, y el Wat Poh, con el notorio Buda reclinado que constituye uno de los

símbolos de la ciudad. Sus 46 metros de largo parecen ocupar toda la estancia y

da la impresión de ser un gigante que reposa tranquilamente. Algunas agencias

de viaje tienen recorridos culturales dedicados a visitar estos templos en

exclusiva. El comportamiento aceptable es acceder descalzo y nunca sentarse

colocando los pies hacia el Buda.

 

Ir de compras puede resultar también una experiencia muy interesante. Existen

tres mercados por excelencia. Cerca del centro se encuentran PatPong –conocido

como el reino de las imitaciones– y el atiborrado Pratunam. En los alrededores, se

puede visitar ChinaTown, donde la oferta incluye desde plantas medicinales

hasta artículos de lujo. Es recomendable regatear. En las afueras de la capital se

puede disfrutar del mercado flotante de Damnoen Saduak, cuya principal

atracción es que el desplazamiento se realiza en canoa a través de los canales que

como arterias atraviesan el área; pintoresco y muy tailandés. En Siam, la

cantidad de centros comerciales es delirante. La palabra aquí es ¡consumir!

 

Para quienes prefieren apartarse de los itinerarios turísticos más socorridos y

meterse en el corazón de Tailandia, lo indicado es una visita la zona de Silom,

donde hay verdaderas maravillas arquitectónicas y se puedes disfrutar de las

curiosidades que ofrece esta cultura, de galerías de arte y centros de ocio

dedicados a la música.

 

NORTE DE TAILANDIA

 

Esta zona del país reserva paisajes inolvidables y además le permitirá al turista

conocer aspectos históricos de este pueblo. Desde la pequeña ciudad Chiang Rai

se puede visitar el Triángulo de Oro, notable por ser el núcleo del comercio de

opio durante muchos años a tal punto que se le ha dedicado un museo. En este

punto convergen Tailandia, Laos y Birmania.

En Chiang Rai se encuentran varios templos, pero no se debe perder el Templo

Blanco, una construcción muy joven iniciada en el año 1997 que está aún sin

finalizar, previéndose que cuente con varios edificios. Sin embargo, es uno de los

que más interés despierta entre los turistas por su espectacular diseño. En medio

de la típica decoración budista e hinduísta, su interior exhibe una representación

del bien y del mal con una visión muy contemporánea, lo que provoca una

sensación inusual. La iniciativa de edificar este templo se debe a un pintor

tailandés que ha invertido sus ahorros para atraer el turismo al pueblo y

propiciar su auge económico.

 

Ascendiendo a lo alto de una colina se puede apreciar una vista espectacular del

río Mekong y acercarse luego a Chiang Mai para ver las Termas de Maekajan. En

esta provincia, el paisaje conformado por aldeas y colinas lleva al viajero a

lugares tan especiales como San Kamphaeng, meca del cultivo del algodón y la

seda tailandesas, y Tai Celadón, donde se puede observar la manufactura de una

cerámica excepcional. Cuando el viajero va por su cuenta y riesgo, a diferencia de

Bangkok donde es ideal viajar en el Skytrain, en el norte del país es

recomendable hacerlo en tuk tuk, una especie de pequeñas furgonetas de tres

ruedas.

 

Foto pixabay ©

Por la zona de Chiang Mai también se encuentra el Tiger Kingdom, donde se

puede pasar unas horas jugando con tigres y se tiene la oportunidad de elegir

hasta su tamaño pagando un precio bastante cómodo. También se puede hacer lo

mismo con los elefantes en Patara Elephant Farm. Este sitio difiere de otros

similares porque es una reserva natural donde se respeta al animal cuidándolo

con mimos. El viajero puede convertirse en el amo de su propio elefante durante

todo un día, aprendiendo sobre él y sus necesidades bajo la tutela de personal

especializado. El final del día concluye con un baño en el río que hace de esta

actividad una vivencia inolvidable. Es una de las excursiones mejor valoradas

por el portal TripAdvisor en la ciudad de Chiag Mai.

 

SUR DE TAILANDIA

 

Phukhet es un paraíso de palmeras, arenas blancas y aguas turquesas con chispas

color esmeralda, situado en la costa occidental de la mayor isla tailandesa. La

playa de Patong es la más atractiva para el turismo y donde transcurre la mayor

actividad comercial y la vida nocturna. Desde aquí se puede viajar fácilmente a

las islas Phi Phi en un ferry. Nada más desembarcar, una marea humana recibe al

viajero proponiéndote hoteles y excursiones. No se deje llevar por la impresión y

siga su camino. Una vez aquí, es posible conocer otras islas que constituyen

fantásticos edenes naturales. Algunas –como por ejemplo La Playa en Maya Bay–

forman parte de un parque natural y para acceder a ellas hay que abonar un

módico precio. Las aguas son tan limpias y claras que, desde la barca, se puede

apreciar el fondo marino como si se estuviera buceando.

 

Una faceta interesante de Phuket constituye el festival vegetariano que tiene

lugar durante nueve días entre septiembre y octubre. Son fiestas acompañadas

de procesiones, en las que los budistas sólo consumen vegetales. Aunque son

estampas representativas de la cultura religiosa de este país, no son las únicas, ya

que en los sitios más inesperados abundan las denominadas casas de los

espíritus, que es el lugar donde “habitan” los seres protectores de las viviendas.

Ya sea en la ciudad o en el campo hacen honor al carácter supersticioso de una

parte del pueblo tailandés. •

 

 

Esta historia fue publicada originalmente el 16 de septiembre de 2012 0:00 am.

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ANA LUCÍA ORTEGA

ACTUALIZADO 17 DE SEPTIEMBRE DE 2012 12:08 AM

Esta historia fue publicada originalmente el 16 de septiembre de 2012 0:00 am.





Detalle Palacio Real


Patara Elephant


Templo Blanco Chiang Rai


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